martes, 6 de octubre de 2009

LOS DÍAS NN

…Son los días oscuros en los que detrás de la imaginación y la creatividad el manto negro de la mediocridad y la huachafería también aportan a la nulidad. Ya desde los 80

Comprobé que eso de pedir ayuda para asuntos artísticos es nulo. Hoy recibí el no (para el proyecto) de una de las empresas televisivas más consolidadas del cono este de los últimos años. Bastó ver aparecer al secretario del gerente de marketing para saber la respuesta. Bajo el brazo llevaba mi libro que dudé en entregárselo. Él, luego de justificar y agradecer un par de cosas se despidió. Yo le entregué mi libro.

Afuera en la acera, en la tierra, mi hijo me pregunta si por fin pasarán las canciones de voz propia en el canal de la empresa. Trato de explicarle que hay mecanismos para programar las cosas, los videos, las canciones y que por ahora la banda no es de su interés. Mi hijo que razona mucho más rápido me dice que debo intentar lo mismo pero por otra vía. Me conmueve su optimismo. Aun así no todo es oscuro, aun hay visos de de colaboración y fraternidad. Ayer mismo recibí el testimonio sobre la banda de la mano del poeta Roger Santiváñez, poeta de la generación del 80 y que compartió amistad y noches con más de un integrante de la banda.

Aquí un fragmento en calidad de adelanto:


[Roger Santiváñez. Garden State, 26 de setiembre de 2009]


“Recuerdo 1987 como un año extremo. Me encontraba con Boui en Barranco y nos dedicábamos a una bohemia feroz. Yo andaba con Luciana Proaño, la máxima expresión de la danza moderna en ese momento, e invitó a Boui a realizar una performance de bajo en rock, mientras ella la interpretaba bailando. Esto fue durante una serie de presentaciones de Luciana en “La Casona” de Barranco. Cocteau Twins era la banda que fascinaba a Carlos en aquel tiempo alucinante.

En Barranco también solía encontrarme con Ulises Quiroz, el baterista de Voz Propia, a quien conocía desde el mítico conjunto Arteria de La Victoria. Agrupación que podríamos llamar proto-subte. Allí igualmente estaba el tecladista Toño Lértora, después miembro de Delpueblo. A ellos los conocí en un cumpleaños de Piero Bustos en su casa de la calle Francia, durante los días de apogeo del Movimiento Kloaka, hacia 1983. A Marcel Velaochaga, muy jovencito aún, me lo presentó Kilowatt –Edgar Barraza- el legendario, una noche a principios de los 90s en Quilca. Nos tiramos una buena bomba en el bar Camaná.

A Miguel Ángel Vidal lo veía en los conciertos y yo siempre era lector asíduo de su fanzine –muchas veces un volante- “Tiempos de Guerra” que él hacía circular en las tocadas de Voz Propia”…

…“En los shows callejeros del Comité Killka, entre fines de los 80s y principios de los 90s, Voz Propia también había participado con toda la potencia de su propuesta. Sin duda, una de las más esclarecidas en cuanto a conciencia de la realidad socio-política, y provista de un perfectamente ensamblado rock de raíces dark (existenciales) pero con desarrollo original en su expresión latinoamericana. Por ejemplo, la canción “Los días y las sombras” que pregunta por los muchachos desaparecidos, en aquellos tiempos de guerra, pero que no se queda en el marco social sino trasciende su pregunta sin respuesta hacia una dimensión metafísica. Y no es casual que dicho tema haya sido compuesto por Montaña y Miguel Angel.

A Raúl Montañez lo conocí en el Rímac, en una reunión organizada por David Pillman, junto a Kilowatt y a su hermano Ricardo Montañez –célula rockera de la zona- en los días de la fundación del Movimiento Kloaka hacia fines de 1982. Esta célula ya manejaba los presupuestos y el pensamiento de lo que poco después estallaría en Lima como rock subterráneo.

Quiero terminar este testimonio recordando a Carlos Magán,Boui, quien sé estuvo atravesando un período difícil (que yo también pasé en algún momento). Deseo expresarle mi solidaridad y la memoria incólume de una vieja amistad compartiendo los mismos ideales de Revolución, rock & poesía.